Las Fuerzas Especiales necesitan pasar por el laboratorio...de psicología
Un varón, en plena autopista, detiene un turismo a punta de pistola y obliga a bajar a sus ocupantes; se sube al coche y se va, poco después, entabla un intercambio de disparos con la primera patrulla de policía que acude al aviso y acaba muerto en el enfrentamiento. Se llamaba Matthew H. Cieslak y había pertenecido a las fuerzas especiales de EE.UU, con varios despliegues en Irak, condecorado y en sus 38 años de vida tuvo tiempo de salvar una vida en Bangladesh. Su muerte, y sobre todo; como fueron sus últimas horas; causaron conmoción en toda la gente que lo conocía. Era el marido, padre, primo y amigo perfecto, nadie se había dado cuenta de las secuelas de la guerra que anidaban en Matthew.
Hemos crecido dando por hecho que superar las pruebas de acceso a las unidades de Operaciones Especiales suponía convertirse en un semi-dios preparado para lo que le echen encima.
Conseguir la boina o el parche de una de estas unidades daba por descontado que tu cuerpo está forjado en acero y tu cerebro tiene un recubrimiento mágico que lo hace inmune a las debilidades humanas. Pero nada más lejos de la realidad.
Superar un curso de Operaciones Especiales no es una lotería, pero tampoco fija un 100% de aciertos desde el momento de que el ser humano es imperfecto; y a la vez esa es la ventaja de estas pruebas de acceso.
Hasta ahora, estas pruebas se basan en dos pilares; la experiencia de pasados cursos (en los que interviene el inestimable concepto de prueba y error) y el instinto de los instructores; veteranos de la unidad, generalmente.
Mientras las nuevas formas de liderazgo están implantándose en nuestro ejércitos, otros aspectos del individuo no están siendo estudiados, básicamente, desde una visión holística que ayude en la psicología del rendimiento, salud mental y mejora de las capacidades de los miembros de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE).
El largo periodo de paz que estamos disfrutando, ha evitado sucesos desagradables, como el que relataba al inicio del artículo, relacionados con la salud mental de operadores de FOE. Pero eso no significa que debamos obviar la posibilidad de que ocurra, y por eso debemos empezar a incluir el rendimiento psíquico y la salud mental en los planes de acceso, formación y profesión de los operadores de nuestras Operaciones Especiales.
La profesionalidad de los médicos de nuestras FAS, entre los que se incluyen psicólogos, está más que demostrada. Pero el estudio, seguimiento y asesoramiento de las FOE es diferente a otras unidades de élite y/o tropa general. Así que hay que empezar a considerar la inclusión de la psicología y el coaching dentro del universo de las Operaciones Especiales.