Las Fuerzas de Operaciones Especiales deben incorporar YA la IA
En junio de 2005, un comando SEAL dirigido por Marcus Luttrell junto con otros 3 miembros, estaban desplegados en las montañas afganas en misión de contrainsurgencia. La Inteligencia aliada había detectado en la zona un grupo talibán afín a Bin Laden.
Aquella misión estaba enmarcada en la Operación Red Wings (alas rojas), y pasó a la historia por el triste final del comando, con los 3 compañeros de Marcus muertos y el mismo Marcus al borde de tener el mismo final. Además de la posterior muerte de otros 16 compañeros que iban a rescatarlos en un Chinook y que fue derribado por la insurgencia. En total 19 muertos entre las tropas de fuerzas especiales de los EE.UU, y todos por una serie de acontecimientos originados por unos pastores de cabras (literalmente).
Muchos conoceréis la historia porque es la que relata la película Último Superviviente (Lone Survivor), en la que Mark Wahlberg hace el papel del sufrido Marcus Luttrell.
El Princesa de Asturias de Ciencias Sociales de 2018; el filósofo político norteamericano Michael J. Sandel; expone el suceso que vivió el comando de Marcus en aquella montaña afgana como caso de estudio de dilema moral en su libro Justicia ¿Hacemos lo que Debemos?.
Si no conoces o no recuerdas lo que ocurrió con los pastores protagonistas de este dilema junto a Marcus y sus 3 compañeros, te hago un resumen rápido: Comando SEAL en tareas de RECON se encuentra con un rebaño de cabras y sus pastores: 2 y un adolescente de 14 años. Pese a los intentos del comando por no ser descubiertos, detuvieron a estos 3 sujetos en cuanto detectaron que su ocultación había servido de poco. Es aquí donde comienza el dilema; al no poder hacerse cargo de los tres bultos: matarlos y mantener el plan o liberarlos y rezar porque no informaran a la insurgencia -la tercera opción habría sido dejarlos atados a los árboles, pero no llevaban cuerdas con que atarlos (si, SEALs de recon sin cuerdas)-. Optaron, después de un fuerte debate; por soltarlos. Una hora y poco después de liberar a los cabreros, el comando estaba rodeado por más de cien talibanes.
Los protagonistas del comienzo de este artículo vivieron en sus propias mentes (y corazones) el famoso dilema del tranvía (segunda vez que cito este dilema por aquí, y no ha sido provocado). Su decisión racional habría sido matar a los pastores y no poner en riesgo sus vidas, las de sus compañeros de rescate y de paso, salvar (otras) vidas inocentes si la misión concluía con éxito. Pero tomaron la decisión irracional por dos votos contra uno (un operador se abstuvo). Irracional digo, en el sentido objetivo, porque subjetivamente la decisión que tomaron era más concordante con los valores en los que habían sido educados culturalmente los miembros del equipo.
Si el equipo hubiera contado con una IA entrenada en solucionar este tipo de dilemas, tal vez el resultado habría sido el mismo -o tal vez no-. Lo que es seguro; es que Marcus viviría el resto de su vida con la carga de aquella decisión que tomó.